
Puso esta verdadera panadería boutique, pero que mantiene precios bastante asequibles (cuatro pancitos deliciosos por 1000, no es malo). Puedes encontrar panes verdaderamente exóticos, frescos y deliciosos. Ojo con los de ají amarillo, betarraga, huacatay (hierba tipo ají peruana), tinta de calamar, cebolla, oliva, etc.
Fuimos un viernes que tomé libre, post almuerzo y ni habían abierto, abrían recién como a las 3. Generalmente, eso sí, están abiertos desde antes, con pancito fresco, así que ojo.
Cuando pasamos a las 3, recién estaban horneando los pancitos, así que me llevé un berlín, que estaba glorioso. Pese a ser el clásico frito y no horneado pan de leche, estaba super liviano, no me cayó pesado en lo absoluto; la pastelera se notaba hecha en casa desde cero, suave y de tono claro.
Luego pasamos tipo 6 y ya se estaba vendiendo casi todo el pan, pero alcanzamos a llevarnos 5 de tomate ajo y 5 de betarraga, recién hechos.
El de ajo de verdad es fragante y tiene el sabor. A ojos cerrados sabría qué es.
El de betarraga tiene bastante menos sabor, apenas un dejo, lo cual agradezco, no me gusta la betarraga.
Lamentablemente ese día había muy poquitas cosas dulces para probar. Pero eso solo significa que debo volver, por supuesto, jaja. Y vuelto hemos, sobre todo por el pan de ají. Pan picante, cómo no se le había ocurrido a nadie antes.
Dónde: La Panadera, Av. Condell 1097, Providencia, Santiago
Precio: 4 pancitos por $1.000
Un comentario en “La Panadera, un datito que es puro amor”