Fuente Reina para un raro 18

En realidad fue 19.

Con mi Nenuco planeábamos un 18 repleto de carne hasta el hartazgo, con asados ojalá todos los días, pero hubo cambio de planes y paf, nos quedamos sin panorama! Así que el 18 fue dedicado a hacer choripanes (hey, no me quejo, adoro el picantillo de los chorizos) y el asado se dejó para el 20.

Cachamos por Face que La Fuente Reina (donde fue el Meetup de Zomato) estaría abierto el 19, así que llevé a mi Nenuco para que lo fuera conociendo.

Tuvimos nuevamente una experiencia bien agradable y bastante bien atendida. Si bien nuestro mozo aún no conocía bien la carta (no sabía qué llevaba un trago sin alcohol por el cual preguntamos), otro mozo se disculpó inmediatamente porque él estaba recién empezando en la pega, y se mantuvo completamente el ambiente amistoso que conocí la primera vez.

Pedimos mojitos sin alcohol, muy dulces y deliciosos. Los hacen con Sprite, menta y limón, pero estaba todo muy bien medido.

Esta vez me fui por la hamburguesa Larraín que había visto en la junta antes, y que me sorprendió porque era una verdadera piscina de queso. Y nuevamente lo fue. Yum. Pucha que me gusta el queso. Llevaba además de las cantidades ingentes de mantecoso, queso cheddar, champiñones, BBQ y tocino, además de la hambur-gruesa. Me sigue gustando la carne, pero podía haber vivido sin el tocino porque encontré que le faltaba cripsy. El tocino crispy es un buen acento en una hamburguesa, pero si no está crispado, es como agregarle jamón pesado al sandwich.
Esta vez sí me la pude comer, sosí.

Kissy face

Mi Nenuco se vio tentado por la Santa Rita y su promesa de tres quesos (mantecoso, azul y cheddar), tocino, lechuga, mayonesa y cebolla caramelizada al merlot. Una vez fui a un restaurant donde pedí una plateada al armagnac. Nunca sentí el licor. Pero estas cebollas al merlot sí estaban al merlot, y le dio un toque bastante único a la hamburguesa, me agradó bastante. La lechuga y mayo también aportaban a humedecer el sandwich.

Finalmente, compartimos un cheesecake de maracuyá que adoré porque era bien ácido y con muchísimo sabor a maracuyá en todo el relleno y no solo en la salsita. Así es como debieran ser siempre, en mi opinión, pero nunca nunca le diré no a un cheesecake, venga disfrazado de quien sea.