Hace poco más de una semana, apareció esto en mi mail:

Osom.
Así es como el pasado sábado 21 de Noviembre fui amabilísamente invitada al cocktail + ‘brillo’ de celebración del primer año de Kitchen Club en Chile.
¿Qué es Kitchen Club?
Kitchen Club es muchas cosas. Es un lugar de encuentro, un centro de eventos, un lugar de creación. Pero antes que todo, es una maravillosa escuela de cocina participativa.
Nació en España de la mano de Carlos Pascal, que es tanto arquitecto como cocinero, y ya entrando al lugar, se notan ambas manos. Carlos y su hermana Javiera fundaron este lugar para impartir clases de cocina de todo tipo, donde incluso a la hora de hacer un evento, se pudiera ver e incluso participar en la preparación de lo que se iba a comer. La disposición del espacio está apuntada a tres estaciones de cocina abiertas completamente para ser vistas, para ver y vivir en ellas. Todo equipado por Le Creuset, Thermomix, etc. además de Electrolux, de quienes también hablaré. No, si acá cuando hablo, hablo.
Del Evento…
La ocasión fue para celebrar el primer aniversario en Chile (llevan 5 años en Madrid), además de el lanzamiento de su nueva imagen corporativa, de mano de la agencia The Pink Lab, y se presenta como un verdadero sello con un espíritu estructurado y a la vez rebelde (ojo, que soy además diseñadora, así que puedo mandarme discursos de ese tipo de vez en cuando, jeje)
(Izquierda, logo triste y abandonado. Derecha, rutilante technicolor logo nuevo!)
Antes de esta fiesta, además hubo cursos especiales durante el mes con chefs invitados y reconocidísimos en la escena nacional: Chris Carpentier (El Barrio), Kurt Schmidt (99), Ciro Watanabe (Osaka), entre otros.
También se lanzó un recetario virtual! El e-book con las recetas compartidas por Kitchen Club lo pueden visualizar y descargar acá. He tomado el desafío de hacer una receta de cada sección propuesta en el libro ¿Me animan a hacerlo? Yo al menos tengo muchas ganas de probar y ver qué tan amistoso es el book en su parte didáctica, en manos que tengan poca experiencia más allá de engullir…

El ebook invita…

…y esta receta se ve demasiado tentadora. Tendré que probar a hacerla primero! Vienen snacks, fondos y postres.
Mi primera vez en KC
Mi Nenuco yo llegamos demasiado temprano, y encima no estaba en la lista porque no se me ocurrió buscarme con mi tradicional nombre de Facebook…pero está bien, me sentí rebelde el resto de la fiesta, pensando que me había ‘colado’ (cuando mi nombre sí estaba en la lista de forma muy perna, y no, no soy cool)
Lo rico de llegar antes (apate de tomar el mejor asiento del lugar) fue poder ver los tejemanejes. Vi quiénes iban y venían, quiénes preparaban qué, qué cositas ricas iban a aparecer más ratito, cómo probaban el video a presentar (considero que lo vi en estreno mundial, jeje) y quiénes iban de a poco llegando.
(Genial además tener un adelanto exclusivo de qué se estaba cocinando. Yum)
(La barra en espera y Cusqueña siempre presente)

Fotito de mi Nenuco, sin que se percate 😉
Como es de esperar, vimos a muchas celebrities nacionales, disfrutando del cocktail (que estaba muy bacáns. Con ‘s’. Porque estaba de verdad muy muy bacáns), en fin, lumbreras de variados derroteros. Muy entretenido pillar el who is who de las sociales. Por supuesto, muchos chefs de renombre que han sido invitados anteriormente a impartir clases a KC. Notable.
Comienzan a circular las bebidas y debo recalcar el excelente servicio; nunca no tuve un vaso en la mano. Aclaro que de juguito (frambuesa y mango) o de bebida, porque de alcohol no soy. Una lata, porque había caipiroskas y mojitos bien bonis, que casi dieron ganas de convertirse. Y una notabilísima cerveza de quinoa, cortesía de Cusqueña.
Nuestra compañía de la noche fue el amable pololo de una de las practicantes de cocina, lo cual fue muy agradable. Siempre hay que tener un informante interno en la cocina, jeje.
¿Y? ¿La comida?
Pero lo mío no es cubrir los eventos, ni quién vino, ni qué tal el DJ (aunque estuvo bien); ecribo un blog, no las sociales: lo mío es la comida, así que eso les voy a mostrar, tapa por tapa:

Pulpo con espuma de papas y merkén. No hay palabra ahí que no me guste.

El más entrete: falsa trufa con tierra de foie. Había que destaparlo y rápidamente comer de inmediato, debido a que tenía humo dentro del vaso (!!)
(Así es como lo hacían, prendiendo madera e inyectando cada vaso con humo. Lejos lo más creativo que he visto en tapas)

Aperitivo de champiñones, era como un mousse de estos mismos, de sabor super fuerte!

Crujiente de palta y mechada, con mayo chipotle. Adoro que se reconsidere la mechada para los cocktails, es perfecta.

Cerdo cocido por muuuchas horas, con champiñones y papas fritas en pequeños cubos. Este plato fue la estrella entre los comensales cercanos.
(Viendo como mensa la preparación del bocado que me servirían justo después: camarón con palta y papas hilo!)

Otro favorito de la noche: lomo liso con ensalada thai. Noooo, demasiado para mi alma, me lo hubiera repetido!
(Doble postre: suntuoso mousse de chocolate con un fondo de bizcocho y helado. Om nom nom. Rico golpe frío al final. Y una pannacota de yoghurt y gelatina de violeta, con crocante de yoghurt natural, lo cual le dio un kick saladito que me gustó mucho…mencioné cuánto adoro los postres?)
Luego me pasé al showroom de Electrolux, donde vi cosas fabulosas. Para quienes adoren los juguetes en la cocina, Electrolux es para babear. Desde su cocina por inducción (sin platos, sin atscos, sin accidentes, temperatura a la perfección), hasta sus increíbles refris con recetario, estaban dispuestos a explicar todo el funcionamiento, un verdadero treat para quienes son cachureros. No digo que yo, pero…bueno, yo.
Llegado el clímax de la noche, pasaron el corto que bellamente explicó todo sobre KC, sus actividades y sus resultados, y mostraron en grande el e-book regalado a todo público, además de por supuesto realizar un brindis y desearle muchos más años de vida a Kitchen Club en Chile y el mundo.
Se arma una fiesta im promptu y se va desarmando con el tiempo hasta que quedan pocas luces y voces. Casi nos quedamos a cerrar las cocinas. En la fiesta de Zomato me pasó lo mismo. Les juro igual que no soy pegote. Pero nunca me inviten a su aniversario, solo por siaca…
Tras la fiesta, me voy con un sabor único en el paladar y en mi cucharoncito de Nenuca.
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Absolutamente mucha más info, sobre todo si desean regalar o tomar algún curso, en su página web oficial.
¡Me encantó! Lamentablemente no pude asistir, pero me quedé con las ganas. El deber familiar era primero, pipipipipi.
Espero que haya otra pronto! Se ve todo delicioso y lo mejor es que sólo uno de todos esos platillos me daba alergia (un milagro, generalmente no puedo comer nada jajaja).
Que rico que lo disfrutaron, un besote!
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Gracias a ti por recomendarme! Todo un honor asistir 🙂 Espero podamos ir a algún evento juntas 😀
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