Gracias a los buenos chicos de Zomato, se organizó un meetup como ningún otro en Outback Steakhouse de Mall VIVO Los Trapenses.
Afro Ken está emocionado
Outback es una cadena de casual dining gringo, con temática de Australia (aunque provienen de Tampa, Florida); hoy tienen más de 1000 locaciones en el mundo, donde se sirve comida ‘para el alma’, con especial énfasis en las carnes.
Esta vez pudo ir mi Nenuco, yayyyy. Siempre es más rico compartido. Aunque mi mesa era la mejor mesa, pude ver a un amigo zomatero que no pillaba hace tiempo. Eso lo hace la mejor mesa. Lo digo yo.
Mi Nenuco y yo llegamos tempranísimo, pero amablemente nos permitieron subir a la terraza donde sería el evento y sentarnos. Había 4 mesas para 10 personas cada una, y un setting para DJ, además de velas y decoración. Esta fiesta se venía con tutti.
Al poco rato llegó bastante gente de una, seguido de unas copas de espumante Viñamar de Casablanca. Not bad. Y destaco desde ya que todo el servicio y atención estuvieron un siete. A eso de las 20:20 había además pan en las mesas (integral dulcecito) y mantequilla. A eso de las 20:30 comenzaron a pasar mesa por mesa a explicar la dinámica de la velada, mostrando la nueva carta que destaca los items agregados hace poco, y cómo íbamos a degustarlos dentro de poco.
En mi pésima foto se pueden ver los platos destacados como Nuevos
Partimos con una Bloomin’ Onion, que habrán visto en las fotos oficiales del local, es una cebolla rebozada frita que viene abierta como una flor. Acá la cebolla no cooperó mucho, pero el frito era picantito, me gustó mucho. La salsa de rábano le daba su toque, pero me gustaron más sin salsa.
Luego llegaron los Crispiy Fried Mushrooms, champiñones salteados, apanados. Calientitos y deliciosos, con salsa picante Ranch, aunque la encontré super suave, pero daba buen contraste a los champiñones.
Continuamos con quesadillas de bistec grillado, pimentón y obviamente queso. Fueron una de mis cosas favoritas. Pero favoritas favoritas.
El filet flatbread era una tortilla delgadita semi crujiente con filete, cebolla caramelizada y hojas similares a la rúcula, pero picantes. Fue interesante, pero no me mató. Y creo que no mataron a muchos en la mesa, porque hasta quedó un pedazo. Lo otro es que venía trozado solo en 4 y en la mesa éramos 9…nos las vimos de figurillas para compartir, aunque más tardecito llegó una segunda ración, jaja
Llegó otra Bloomin’ Onion y más champiñones. Con hambre NO íbamos a salir. Y recién íbamos en las entradas, mientras compartíamos las típicas vivencias del zomatero.
Y por fin comienzan los platos! Nos traen la ensalada estrella, Wedge Salad. Se llama así porque literalmente es el gajo de una lechuga escarola, cubierta con salsa de queso azul, reducción balsámica, tomates cherry, cebolla morada y trozos de tocino. Difícil de compartir sin desarmarla un montón. Es simpática la presentación, pero creo que podría mejorarse trayendo las salsas aparte, para poder ir comiéndola capa por capa.
La nueva ensalada en la carta es la de quínoa, que fue mi favorita, cosa que no esperaba. Habrán adivinado a estas alturas que las ensaladas y yo no somos muy asiduos el uno del otro.
Pero con su mezcla de lechuga, quinoa, coliflor asada, cranberries deshidratados, pimentón, cebolla e incluso láminas de almendras, nos ganó a varios. Adoré el toque dulce, hasta me gustaría replicarla en casa aunque me vaya a salir fail.
Comenzaron las carnes!
La estrella de la carta de carnes es el Porterhouse, un entrecot (mitad filete, mitad lomo) de 600 gr., de vacas alimentadas con pasto y luego grano. No es mi corte favorito, porque nunca sabes con qué te vas a encontrar, pero estaba bastante bien y era enorme.
Luego llegó una entraña con chimichurri que fue favorita a mesa, estaba increíble de sabor.
Apareció también un Ribeye, 360 gr de lomo vetado. Jugosito, pero un poco muy vetado, cosa que a gusto personal me apaga un poco las pasiones. Llegó también más entraña, porque los dioses son grandes. También se sumó otro Porterhouse, humeante!
El bife chorizo (lomo liso) que llegó a continuación, blandísimo a más no poder. Y tan jugoso. Se disputó harto mi favoritismo esta noche.
Y como si fuera poco, un costillar BBQ con papas fritas (crujientes por fuera, blandas por dentro), que se deshacía solito con el tenedor. También fue de los favoritos, creo que muchos volverán solo por ese trozo de cielo blandito y mullido como una nube.
Para los postres, las nuevas adiciones fueron un Crème brûlée, odioso de escribir, pero a la perfección de preparado y sabor. Dat azúcar caramelizada, wow.
El key lime pie, como los demás postres, es hecho en casa desde cero. Venía con helado, y muchas expectativas. Efectivamente, siendo de lima en vez de limón, tenía un toque extra de amarguito en su abundante relleno. El helado le daba el toque suave y dulce, y la costra estaba increíble, creo que debe haber tenido canela. Si no volvía al local por todo lo demás, volvía por este pie, les juro.
Nos entregaron además bolsitas con swag: un molinillo de peppercorn de la casa, para aderezar las carnes, y un volante para obtener el Porterhouse a precio promocional de lanzamiento ($9.990) Se pasaron.
Comenzaron de a poco las despedidas. Casi nos echaron al fnal, pero no, insisto que no soy pegote. Nos quedamos un ratito más esperando a una amiga a la cual llamamos para que viniera a buscarnos en auto y lograr el Escape de Los Trapenses. Y esperamos que Outback se extienda por todo Santiago y regiones prontito.
«Call me Snake»
Dónde: Outback Steakhouse, Mall Vivo Los Trapenses, Av. José Alcalde Delano 10555, Local 1064, Lo Barnechea, Santiago
Precio: $38.000 para dos personas
La Nenuca Con Tenedor 