Segurito algún lector por ahí alguna vez en la tele pilló a este extraño personaje de monito shino, Kinnikuman (literalmente, “Hombre Músculo”), originalmente un comic japonés humorístico y de acción de fines de los ‘70s, que empezó como una parodia de Ultraman y otras series afines, y terminó convirtiéndose con el tiempo en una serie sobre lucha libre (onda WWE)
Haciendo un paralelo, en Japón Kinnikuman es a la lucha más o menos lo que los Súper Campeones es al fútbol. Su protagonista es un raaaaaaro visitante de otro planeta que se vuelve el guardián de nuestro mundo (junto a un variopinto grupo de luchadores de diversas naciones), y que es tan poderoso como pelotudo. Y eso.
Como pasa con muchos autores, su obra se vuelve relevante en la región de donde provienen. Onda si acá existiera Pelotillehue, seguro el pureblo giraría en torno a Condorito, por nefasto que eso suene. La cosa es que Kinnikuman es suuuper importante en la hermosa ciudad de Osaka, donde se hace un ramen muy particular. Cada ciudad y región tiene su propia forma de hacer ramen (plato de fideos chinos y sopa, más otros diversos ingredientes)
Este ramen de Kinnikuman celebra a Osaka con una base de carnita, cebollín, láminas de kamaboko (una suerte de rollo de pescado) y además una salsa de soya en base a pollo. El envase viene con dibujos de Kinnikuman y uno de sus compañeros, Ramen Man, apropiadamente.
Se prepara como cualquier ramen en vaso: agregar agua caliente hasta la línea marcada, cerrar el envase y esperar unos minutos hasta que los fideos estén blandos. Luego se agrega el sobrecito de soya espesa de pollo, que le dio un gustito extra medio dulce.
Con el Nenuco quedamos medio ‘qué es esto que estamos comiendo??’, pero al menos no estuvo malo y fue simpático probarlo, sobre todo con sus láminas de pescado, que siempre nos han mistificado.
Nos vemos pronto con otra rareza!