Los que me conocen saben que mi corazoncito chocolatero pertenece a La Fête…pero le salió gente al camino, jaja
Encontré Moulie, una hermosita boutique de chocolates, con primores hecho bombón, además de animalitos de granja, entre otras cosillas. De hecho, me regalaron una gallinita solo por visitar.
La decoración del lugar es tipo clásica, en vez de moderna, y es como entrar a un cuentito ilustrado con letras iluminadas en filigrana dorada, y no de esos cuentos charchas que venían con Mi Primer Diccionario, que calcaban dibujos de Disney, los muy patudos. Pero me voy por las ramas.
Lamentablemente, al menos cuando fui, no vendían bombones sueltos como hacen en su competencia, así que tuve que ‘sacrificarme’ por la causa y comprar una caja (unos $14.000). Adoré la caja, tiene una onda medio Ladurée, con sus cintas, y su papel tissue, además de la típica guía de fotos, para saber más o menos qué se está comiendo. Porque la cosa no es como la dice Forrest Gump: uno sí quiere saber lo que le tocó. Además hay bombones que son super obvios, pero otros son como el vino: puedes pretender todo lo que quieras, pero igual no sabes qué estás tomando. No se hagan.
Anyway, en cuanto a los bombones, vi algunos moldes que no había pillado antes (me encantó el de coronita, adoro las coronas como motivo) y los chocolates la verdad son deliciosos. Buena calidad de punta a cabo, buenos rellenos, buena factura. Como para darles de todos modos una oportunidad (de mil), si les gustan los chocolates. Les tengo muchas ganas en este momento; el único ‘pero’ es que hay que casarse con una caja para probarlos. Pero ya llegará…
Dónde: Moulie, en Luis Pasteur 6600 local 106, Vitacura; y en Parque Arauco, local 216 (junto a Zara)
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