Habíamos escuchado tanto del Roraima Burger, hasta de gente cercana, que pisamos el palito y fuimos a celebrar el cumpleaños del Nenuco a este local con especialidad en hamburguesas, abierto en hace poquito Barrio Italia.
Teníamos altas expectativas, ya que el mercado está produciendo buenas hamburgueserías en el último tiempo, pero cuento corto, salimos un poquito decepcionados. No en mala, estaba rico, y más que aceptable, pero como que no nos mató. Generalmente cuando vamos a un buen local, nada nos puede callar al Nenuco y yo, mientras cantamos poéticamente la belleza de la chanchada recién cometida. Pero esta vez salimos del local sin decir una palabra. Raro, po.
El local en sí es re-lindo, se ubica en la galería SoHo, donde había antes un restaurant de productos marinos re-pituco. Se agradece el cambio, creo que es ná que vers poner un restaurant de productos marinos dentro de una de las galerías del Barrio, quedan mejor en su propio local. Pero bueh.

Me gustó el local y la presentación. Incluso los condimentos en cajitas tipo pallet, lo encontré super duper simpático (punto extra por tener ketchup Heinz…sorry, amo el ketchup Heinz. Entiérrenme en un cajón cubierto hasta el borde con esta audacia ciclópea llamada ketchup Heinz)
La atención fue excelente. Estaban bien pendientes de nosotros, nos explicaban todo con buena onda, super bien. Partimos con unos juguitos, y otro punto extra por tener jugos naturales, hechos ahí mismo a partir de fruta congelada, dejándolo tipo frappé. Te dan además la opción de añadir azúcar o endulzante a gusto. Más sanito, dónde, y estaban bien ricos.
Lo que nos pasó es que de las hamburguesas mismas esperábamos más en cuanto al sabor. Pedimos una Tepuy (tocino, aros de cebolla, queso cheddar y salsa Shaydi, $5.900) y una Nirvana (papas fritas, tocino, cebolla caramelizada, jalapeños y salsa cheddar con jalapeños, $6.200), ambas con patties de carne mixta vacuno-cerdo. Las patties en sí no estaban mal, me gustó el mix de carnes, pero la combinación de ingredientes estaba fomita, como que no jugaban muy bien juntos. Nunca sentí la salsa, los jalapeños se escondían al centro, ningún ingrediente se notaba tanto por sobre otro, ni menos se potenciaban. No existe la sorpresa y ése es el tema. Creo que ya estamos como para experimentar y potenciar sabores, entregar una experiencia en una hamburguesa. Ya está el nivel, no se puede ir más abajo de eso. Punto positivo por probar algo diferente con el pan.
El Nenuco cambió sus papas por aros de cebolla, y si bien no estaban malos, me decepcionó al ver que de verdad ya nadie tiene da real aros de cebolla, hechos a partir de rodajas de cebolla. Los echo de menitos.
Lo bueno: hay alternativa vegan. Puedes cambiar la patty por una de garbanzo con quinoa, lo cual se gana al tiro mil jumbitos. Me parece genial que ofrezcan la opción y que se haga rico. Puede que ahí les dé una segunda oportunidad, porque todo lo demás me parece mejorable, en resumen. No sé, siento que ese día no nos dieron todas las opciones posibles y podría ser mucho mejor, trabajando con lo que ya tienen.
Dónde: Roraima Burger, Av. Italia 1307, Providencia
Precio: Unos $20.000 por dos personas