Con las cuatro B, en realidad, po: bueno, bonito, barato…y BASTANTE. Y así parto al tiro este review que les doy como el buen dato de la semana, o del mes (o del año); se trata de la Taberna de la Pizza x Metro, un nombre bastante lógico, tras el cual se esconde pura bondad.
En pleno barrio universitario se encuentra este verdadero edén del estudiante, del joven, de los grupos de amigos, de amigas, de las «con las mejores», de los oficinistas, de los #tchantchos como nosotros, de los que buscamos más por menos, sin sacrificar calidad.
Llegamos invitados por la misma creadora del concepto del local y de todo lo que se hace en él, Ana Verónica Peña, quien nos instó a probar la Festa a la Romana. Para tal efecto, traje a dos amigos más, porque con los nenucos no iba a bastar. Para los que quedaron alguna vez huérfanos del Festín a la Romana del Pizza Hut, les adelanto que esto es más que un reemplazo, es la versión paradisíaca de éste. Es la misma idea, pero en bonito. Ana al tiro me dice que la masa gringa es un crimen, con demasiada levadura y sémola. Que la masa italiana es la delgadita, a la cual yo antes le tenía mala, porque nadie la hacía bien: les quedaba como galleta de agua, crocante, desarmona, típico que se quema. Por suerte ya varios locales se han estado poniendo las pilas respecto al #TemaPaís que es la masa delgada.
Y la Taberna también trabajó su masa con copyright propio. La base es italiana: harina, agua, sal, aceite de oliva, a la piedra (con poca levadura), pero con orégano y albahaca dentro de la masa. Ése es el toque personal. Trabajaron en laboratorio con un maestro pizzero, hasta llegar a la masa ideal, y a la salsa pommodoro, la cual también es receta del local. Nos gusta la gente con dedicación.
Mientras conversamos con Ana, partimos con limonadas ($1.900), unas con menta y otras con jengibre, cada uno pidiéndola con azúcar o endulzante, o solita no más. Se acomodan a uno. Llegan, y son grandes, suaves y ricas.
Ana nos va conversando y nos cuenta que viajó ene por Italia, y que así nació la idea de la Taberna. Ella vio en Palermo un local que estaba en los primeros lugares del ranking, el cual ofrecía montones de #ComíaRica (menú de 5 tiempos!) por apenas el precio de una comida normal en otro restaurant, y sin bajar la calidad. Y el local se llenaba. Ana antes tenía acá un restaurant peruano que si bien era bueno, sufrió con la recesión. Ahí es cuando sumó 2+2 y se dio cuenta de que su público tenía que ser el universitario que poblaba el barrio, un público joven que busca calidad, y que siempre tiene mucha hambre y pocas lucas (acabo de cachar que como que me describí a mí misma, pero ya no estoy en la U hace rato; solo me gusta comer…)
Haciendo un levantamiento del mercado, vio que sí hay bajos precios, pero la calidad se resiente. Mucha cerveza, poca comida. Basándose entonces en las trattorias italianas visitadas, nació la Taberna –trattoria, en italiano- con esos tres pilares: calidad, cantidad, precio justo. Y han tenido demasiados buenos resultados.
Pienso: ojalá ese modelo de negocio abundara más.
Las pizzas fuera de la Festa se venden por cuarto, medio o un metro, desde $9.990 el metro completo. Harto más recomendable que cualquier otra pizzería en la que puedo pensar.
Los tipos son napolitana (la más típica, con pomodoro, mozarella y aceitunas negras), vegetariana (pomodoro, mozarella, choclo y aceitunas verdes), marina (pomodoro, mozarella, camarones y jibia), gourmet (pomodoro, mozarella, queso de cabra, tomates secos hidratados en oliva y aceitunas verdes) y charcutera (pomodoro, mozarella, jamón y peperoni), siendo esta última la más popular, aunque mi voto es por la gourmet desde ya, porque amo el quesito de cabra y además trae tomate deshidratado, que ya es una cosa rara de encontrar.
Nos llega un metro de napolitana/vegetariana. Por dios, qué hermosura, tanta pizza junta. Escribo esta nota y lloro de felicidad. Bastante rica, poquito que envidiar a pizzerías más onerosas, especialmente por el precio. Y la masa, delgada y sin quemar. Vamos super bien.
Llegan luego la charcutera y la marina. La charcutera tiene pepperoni, y veo por qué le gusta al público, aunque me fascinó la marina, está en mi top 2 al tiro, con sus abundantes camarones.
Y al fin aparece el amor de mi vida: la pizza gourmet. Hermosa. Sabe harto a queso de cabra (derretidito), y sin escatimar. El tomate deshidratado le da un toque dulce, otra dimensión. Ya, es más «cara», pero por $13.900 el metro, sigue siendo mínimo en comparación a casi cualquier otra pizzería en mi top-of-mind.
El local en sí está refaccionado a partir de una de las casonas con patio interior de esta calle, donde las mesas hechas de pallets acomodan a cuanta gente uno quiera traer. Ideal para cumpleaños, celebraciones, after office, etc. Y hasta tienen escenario para bandas, las cuales tocan de nochecita (20:00 a 23:00) todas las semanas, dándole un espacio a grupos emergentes. Así como todo es reciclado, también uno puede participar en la decoración inmortalizando un momento en tiza en alguna de las largas pizarras que rodean todo el patio. Si en una picá no te dejan rayar, no es una buena picá.
El ambiente es rico, con su música 80s-90s, pensada pa conversar. Tenemos una teoría: nunca nadie se va a disgustar con música eighties, porque a todos les gusta algo de esa época, o les recuerda sus años mozos.
La Festa es sin límite de día ni horario, y por $5.900 puedes comer toda la pizza que quieras ever. Grupos de 4 personas o más, pagan solo $4.900 p/p! Si usted es de los que cuando sale en grupo se complica entero con qué comió cada uno/quién paga la cuenta/cómo lo hacemos, este evento a precio fijo fue creado para usted. Y ojo, atentos al Feis, porque están teniendo siempre eventos y promos increíbles. Para su cumplemés tuvieron pizza ilimitada a solo $3.000. Se llenó tanto, que tuvieron que dejar gente afuera. Pero a todos les dieron un voucher para volver otro día, y recibir la misma promo al mismo precio. Con movidas como ésa ya se han creado un público fiel que cual fan en un concierto es capaz de esperar para comer como rey.
Hasta la coctelería se vende de a litro, y rinde.
Como si esto fuera poco, hay un menú de almuerzo. En realidad es un Plato del Día, porque no está limitado al horario de almuerzo, si no al stock. Así que si quiere almorzar tarde o no tuvo tiempo, ideal. Vale apenas $2.900 (que en Santiago es una ganga) y es siempre comida italiana. Pero no solo lo que uno entiende típicamente por comida italiana, o sea, no se limita a pastas siempre, si no que se atreven con la verdadera comida italiana de todos los días (estoy hablando de cositas como garbanzos vongole, guiso de zucchini, pollo cacciatore, chuleta a la módena, etc.)
La carta fija además ofrece pastas, distintas salsas (ojo, que acá se puede encontrar la verdadera salsa sugo alla puttanesca, además de pesto y vongole, formando los colores de la bandera de Italia), y por supuesto, ensaladas y risottos. Comida gourmet, a precio de picá. Mi sueño.
Pucha que estábamos contentos con tanta comida, no les voy a mentir. Igual no nos pudimos todo, ya no somos lo que éramos. Voy a tener que celebrar mi cumpleaños dos veces este año, parece, porque quiero volver y comerme un metro de marina y gourmet…
Nada, pues. Buenísima apuesta, y ya saben qué voy a decir: volveré. Puede que con el mismo grupo, incluso, porque mis amiguis quedaron enamorados del concepto y son tan cerditos como yo, afortunadamente.
NOTICIÓN: hoy mismo en que sale esta nota el local tiene promoción de pizza ilimitada por tan solo $3.500 de 13:00 a 23:00 hrs!! Vaya, pero vaya tempranito, si no se lo quiere perder! Detalles en Feis.
Dónde: Taberna de la Pizza x Metro, Ricardo Cumming 73, Santiago
Precio: pizza ilimitada a $5.900, metro de pizza desde $9.990