Chili’s: love at first mordisco

Les digo al tiro que no estoy contenta con las fotos que saqué ese día, porque si bien logré algunas deliciosidades como ésta:

…en general el resto son como AGHHHHHHH. Por suerte me han pasado fotos pro donde pueden admirar mejor lo que yo pude probar, pero no capturar, así que intercalaré las suyas con las mías. Estoy segura que notarán la diferencia, sin leer los créditos. Diría que es mi cámara, pero afrontémoslo: el problema soy yo.
Entre medio me acordé que soy diseñadora y no comedora profesional (soñao), así que traté de dejarlas más bonis. Mándenme jumbitos por el esfuerzo.

Obviously, como ya les había adelantado por todas partes, Chili’s abrió su primer local en Chile, en nada menos que el Mirador de Alto Las Condes, lugar que se está re-inventando con un montón de propuestas gastronómicas nuevas, incluyendo la primera de varias incursiones de este famoso restaurant tex-mex.

Chili’s lleva más de 40 años en USA, con presencia en 31 países, y es reconocido por ser un lugar apropiado para celebraciones, citas casuales, el almuercito dominical con la familia, con las mejores los sábados en la noche, el post-pega, y también por supuesto pa juntarse a ver los partidos.
La comida es wena, el servicio es ídem; el ambiente es rico y familiar.

“sin duda estamos emocionados de llegar con Chili´s al país, con su propuesta de comida con influencia TEX-MEX ofreciendo sus mundialmente famosas FAJITAS, BABY BACK RIBS y MARGARITAS. Además, contamos con equipo entusiasta y enérgico dispuesto a servir a los clientes que buscan comer y beber preparaciones deliciosas en un ambiente divertido y relajado”.
–Jaime Vásquez, Gerente de Casual Dining de Alsea Chile

Vamos a la comida, que al fin es nuestra especialidad.

Las especialidades del menú son el Tableside Guacamole (así tal cual: preparan guacamole fresco en tu mesa!), Sizzling Fajitas (fajitas, cuyo relleno se trae a la mesa calientito y chisporroteando), Hand-Crafted Burgers (ojeli, tiene un pan único de papa), las famosas Baby Back Ribs y el Molten Chocolate Cake (como un volcán de chocolate!!), así como sus mundialmente conocidas Margaritas (y según me informan, ya tienen patente de alcohol, así que…)

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Cortesía de Chili’s.

Lo genial es que nos invitaron a los nenucos a un almuerzo de prensa, por lo tanto pudimos probar varias cosas, y así podemos contarles un poquitín más de la propuesta de Chili’s.

Partimos con un Daiquiri de frutilla sin alcohol ($2.590); maravilloso, suave, con una textura tipo smoothie. Dulce y ácida a la vez, muy equilibrada. Me encantó, y la pediría de nuevo.
Pedimos también una limonada rosa ($2.490). Voy a hacer un alto. Acá en Santiago la limonada se está popularizando cada vez más, y ya es difícil encontrar un local donde NO la sirvan, y más difícil aún encontrar un local donde yo NO la pida. Hagan la prueba, pongan ‘limonada’ en nuestro buscador y verán todos los locales donde he pedido una. Son ene. Recuerdo que cuando vivía en California, hace #muchosaños, lo que estaba in era pedir no solo limonada, si no limonada rosa (tradicionalmente con frambuesa para darle el color, pero hoy eso poco importa); con mi mamá éramos tan fans de este brebaje, que ella siempre se traía un frasco enorme de limonada rosa en polvo, nuestra adicción. La limonada rosa de Chili’s sabe así. No sé cómo más explicarlo. Me retrotrajo a esos años. Fin.

Como entrada, nos traen un Triple Dipper ($9.990), un mix de otras especialidades, que incluye alitas, alitas sin huesos (similares a nuggets, pero en salsa), southwestern eggrolls (arrolladitos de pollo ahumado, choclo, pimientos, espinaca, porotos negros y queso), apio, salsa ranch y dos mini-hamburguesas. Ricas. Amé los eggrolls, y el Nenuco sostiene una relación extra-marital con las alitas.

Pongo fotos lindas de las alitas boneless. Ojito, que la salsa se puede elegir y van de menos a más picante: mango BBQ, original BBQ, buffalo y honey chipotle.

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Cortesía de Chili’s.

Llegan más maravillas, que nos tienen a ambos enamorados: Crispy Chicken Crispers, y Kickin Crispers (cada uno a $8.990); el primero, tenders de pechuga crujiente, servidos con choclo a la mantequilla y papas fritas. El segundo, mismo plato, pero los filetitos vienen bañados en la más maravillosa de las salsas, y la sola razón por la cual el hombre evolucionó hasta este punto desde que se bajó de los árboles: la salsa honey chipotle. Hermosa, dulce, no tan picante, así que no se asuste y pruébela, por amor del cielo.

Salsa honey chipotle: te amamos.

Sepan que también el choclo es dulce, y que las papas fritas tienen piel en las puntas y son altamente adictivas.

Llegan también quesadillas Santa Fe de pollo ($7.990), tortillas rellenas de puede ser carne o pollo marinado, salsa de poroto negro y choclo, queso Jack (casi inencontrable por estos lares) y salsa picante, servidas con pico de gallo y crema ácida. Bien tex y bien mex.

Aparece ante nosotros uno de los platos más legendarios de la cultura pop: Baby back ribs ($14.990); famosas por el jingle, más famosas aún por ser cocinadas lentamente sobre madera pacana (del sur de USA/México), con salsa a elección. Y sí. Llegaron con honey chipotle. Matrimonio hecho en el cielo. Blandas, jugosas, pero sin sentirse pesadas. Vienen con choclo y papas fritas, y pueden pedirse miti-miti con dos salsas.

Seguimos con fajitas, las cuales pueden ser de pollo ($8.990), carne ($9.500) o camarón ($9.990), o de a tres ($11.990) o de a dos ($10.990), como nos llegaron a nosotros.
Va foto linda obligatoria:

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Cortesía de Chili’s.

Lo entrete de las fajitas es que aunque no sepas cocinar y la armes tú (el menú te explica cómo), quedan perfect. Buenos ingredientes y acompañamientos.
La carnecita agarra los sabores de la cama de cebolla y pimiento, y a su vez, éstos reciben los jugos de la carne, y el sabor de la plancha de hierro.

A estas alturas, pedí una piña colada (también sin alcohol), que con la misma textura del daiquiri, es como un helado de coco, luego piña y crema. Igual.

Cerramos con la popularidad misma: el Molten chocolate cake ($5.500). Una maravilla moderna. Queque de chocolate, helado de vainilla con capa crujiente de chocolate. Super dulce. Sería un queque normal, excepto que…

Sip, viene relleno de fudge de chocolate calientito, que se va mezclando con el frío del helado. Pero no dejen que yo les describa solamente. Hicimos un video: