Como King Kong vs Godzilla, como Alien vs. Predator, dos monstruos se enfrentan en locales de Viña del Mar. En nuestro último viaje, probamos a ambos contendientes y decidimos contarles nuestras conclusiones pugilísticas y chanchísticas en este especial Viña: Burger vs. Burger.
El primer round es un ataque de parte de un local que se ha destacado por su onda ecléctica, y concepto único: A Mano Gin&Burgers.
A Mano Gin&Burgers
4 años lleva este local especializado en burgers, pero además en gin. Como ellos mismos explican, suena rara la combinación de ambos, pero ya no pueden imaginárselos separados. Las mejores burgers que pudieran crear, junto al mejor gin que supieran hacer. Encima, los dueños trajeron recetas de España, donde vivieron un tiempo, adaptadas con productos locales.
Y como que es burgers, pero es gin bar, pero es comida española. Tan ecléctica como es la decoración, es dispersa la carta. Pero si bien el ambiente no es totalmente de mi agrado, se nota una intención en la carta interesantísima.
Un Nenuco, pensando en burgers y mil cosas más.
No solo hay hamburguesas, como sugiere el nombre, si no platillos de corte más español, como papas bravas, pulpo a la gallega y esqueixada, y algunos recomendados como las legumbres con verduras, el tártaro de atún y el ceviche de salmón.
Hay por supuesto una gran variedad de burgers, desde una clásica cheese, a una con salsa Romesco española, a guacamole y frijoles, a pastelera de choclo. Y no solo de vacuno vive el hombre, las hay de lentejas, garbanzos, poroto negro; ah, y el pan es vegano. Ser vegan acá no está complicado, por cierto. También hay de congrio, salmón, atún rojo, pernil…y aún más, hay también sliders de guanaco, wagyu, ciervo. Pero no estaba a punto de comerme a Bambi, por lo cual amablemente me mantuve dentro de límites más cotidianos.
Comenzamos con una limonada menta jengibre albahaca ($2.500) Grande y suuuuper cargada. Fuertota como un limón enojado, pero dulce como el primer amor. No se puede decir que no tiene menta, y se siente harto el jengibre y la albahaca.
Y obvio que pedimos un gin. Un London N°1 ($8.800 normal | $11.800 grande), con jengibre, limón y tónica Fever Tree ¿Sabían que un mal gin puede matarte? No fue el caso acá. Bueno, refrescante y equilibrado. Aunque no se sintió mucho el jengibre.
Para picar pedimos unas papas bravas ($2.500), que acá son enormes dados de papa, fritas por fuera, cocidas por dentro. La salsa en realidad lo es todo, gracias a la mezcla de ajo y aceite de cacho de cabra con un toque ahumado. Por suerte, ésta es abundante.
La presentación deja un poco que desear, pero el sabor compensa.
Para dejarnos llevar, pedimos una Burger Queso de Cabra ($6.900), con queso, frutillas (sí, exacto) pimienta negra y rúcula. Las frutillas vienen en vinagre balsámico, y dan un toque interesantísimo. Se sienten harto, se siente su dulzor, pero a la vez, el vinagre equilibra el dulzor y combina bien la fruta con lo salado de la carne.
La patty de carne está super correcta, y el pan es bastante rico y fresco. Como de campo, como propio. No viene tostado, sosí. Cosa de cada uno.
El queso de cabra es rico, lo amo como concepto. Acá se siente un poquito suave, como que podría ser más fuerte, pero juega bien con las frutillas; es más bien un reguste, porque la fruta lo neutraliza bastante. Es un resultado inesperado, balanceado. O sea, si usté se siente explorador, pero no es el queso de cabra’s N°1 fan, ésta es una opción fuerte. Sin ir más lejos, al Nenuco le alegraría si dejara de existir todo el queso de cabra del mundo , y ésta le gustó bastante al muy mañoso.
Es raro, no dejo de hablar ni pensar en esta Burger, es como la más gourmet que he probado, probablemente. Equilibrada, interesante, rica. Solo yo esperaba un poco más de queso.
Simpático el detalle del pan, prueba que está hecho en casa. Es el nuevo ‘desde’.
Pedimos también una de Porotos Negros ($5.900) con guacamole con alga y semillas de girasol. No quedaban porotos, así que cambiamos la patty por garbanzo.
Si bien se desarma un poco, es agradable y no es una patty seca, como suele pasar con los garbanzos.
El guacamole es super agradable. Tiene cochayuyo, pero bien suavizado, no se siente realmente su sabor, si no la consistencia, la cual funca bien. Trae HARTA palta, y eso hace que mi corazón flote como globito.
Es rica entera (o entera rica), como para pedirla de nuevo. El único detalle es que la pattie en sí quedó un poco quemada y se desarma. Iguols estas burgers son como para cubiertos.
La cocina es a la minuta, o sea, se hace en el momento. Así y todo, no nos pareció que tardaran mucho. Punto por eso.
Conclusión del round:
En suma, quedamos muy satisfechos. No esperábamos encontrar algo tan interesante, y nos sorprendió muy en buena. Más artesanal o artístico, incluso. Para experimentar.
Dónde: A Mano Gin&Burgers, ojeli, que nosotros fuimos al local antiguo, y como una semana después se cambiaron, huehuehue. Nueva dirección: 2 poniente, 420, esq. 5 Norte, Viña del Mar.
Precio: unos $28.000 por dos personas
La Nenuca Con Tenedor 