Seguimos con este sibarítico especial de hamburguesas en Viña del Mar, con el segundo round, perteneciente al famoso Roof Burger. Con locales en Viña y Reñaca, Roof es popular y tiene bastante demanda. Veamos por qué.
Entramos a su local viñamarino. Un ambiente un poco más parco, pero bien armado, amén de que se llenó al poco rato que llegamos; por algo será. Veo las fotos de los productos estrella colgados en las paredes, y ya me tinca bien CHANCHO, con un nivel de experimentación más discreto, pero presente.
Acá se viene a chanchear. O sea, hay hamburguesas dobles, triples, cuádruples. No necesito explicar a qué nivel se puede comer acá y dejar botá la cuerpa nivel cachalote varado.
Pedimos una cerveza Delirium Tremens ($4.500) y una limonada ($2.500). No quedaba menta, así que la cambiamos por albahaca-jengibre.
La limonada es más bien pequeña, sin mucho escándalo en la presentación, pero fuertecita, ácida y con albahaca natural. Podría ser menos texturada, pero se deja tomar.
Partimos con unas Jalapeño cheese balls con salsa BBQ, del menú de snacks ($2.900); amo que el jalapeño está entrando fuerte. Rico queso calientito cremoso, sujeto solo por el crocante exterior. Parecen piolas durante los primeros 5 segundos, y luego viene la patadita del jalapeño, en pequeños mortales pedacitos. El picor se queda contigo, me encanta; queda bien con BBQ. Me agradaron más de lo que esperaba, aunque el Nenuco no es fan del queso en forma crema, esperaba algo más firme. Es una pequeña porción, más bien como un bocado pre-chancheo. Lo cual me parece bien, considerando lo que se viene.
Ordenamos la hamburguesa más popular, la Roof Burger misma: 225 gloriosos gramos de carne, salsa BBQ, queso mantecoso, cheddar, tocino ahumado, aros de cebolla fritos, tomate, lechuga hidropónica y sésamo ($6.500)
Y pedimos además una Deluxe ($8.700), que llamó mi atención por traer maní, entre mil cosas más: carne, alioli, cebolla caramelizada, queso azul, cheddar, mantecoso, tocino ahumado, tomate asado, huevo frito y lechuga hidropónica. Ese grito de emoción que escuchaste recién, eres tú.
La carne se puede pedir a punto, 3/4 o bien asada.
Las burgers vienen con papas rústicas (las amo) y una salsa alioli suavecita.
Y son malditamente gigantes. El cuchillo grande que colocan en cada puesto es la mejor idea desde que se inventaron los cuchillos. O el metal. O los árboles.
Roof es mi tipo de lugar: es bien oink oink. El pan podría ser mejor, se desmigaja bastante, pero es más bien un detalle.
Buena la Roof. Buena carne, gruesa, única, grande, mía. Es como la vieja confiable. Ahumadita, clásica, tocinesca. Bastante bien lograda y la más segura de pedir. No hay duda de por qué es la más popular, no hay cómo fallar con ella.
La Deluxe…increíblemente, se sienten bien todos los toppings, en su orden de presentación. No sé cómo explicarlo, nadie somete a nadie: el huevo (buena idea, por cierto), el maní, la carne…el queso azul es el único que deja como un reguste final. Y trae HARTO queso azul. Si es buena o mala, queda en el paladar propio. Pero sí puedo asegurar que es una fiesta al sentido del gusto y no es menos que interesante, con su orden salado a dulce.
No es solo una montaña de ingredientes para hacer algo tchantcho, hay un viaje, una razón ahí (ahyia, me puse de las poéticas)
Pero es que cada mordisco me sale diferente, debido al orden de los ingredientes. Muy Willy Wonka. Un Wonka que trabaja con carne.
Una conclusión que pudimos alcanzar a priori, es que quedamos BOTADOS. Ya pasando la mitad de la hamburguesa, me di cuenta de que iba a tener que regresar a casa con una grúa de pluma. Y es que de verdad es para un chancheo de buen nivel (y eso que las nuestras no eran ni dobles)
Conclusión del round:
Si quieres hiper chanchear con sabores tradicionales, pero a la vez un poco de exploración gastronómica, Roof es tu contendiente campeón.
Dónde: Roof Burger, 4 Poniente 506, Viña del Mar
Precio: unos $25.000 por dos personas