Felipe Braun, Cristian Arriagada, Consuelo Schuster, Soledad Onetto y Marcelo Comparini podrán desde esta semana agregar un nuevo ítem a sus currículums: creadores de su propio vino.
Tal cual, Viña Bouchon invitó a estos rostros a formar parte de su «Desafío Bouchon 2018», en el cual los cinco debieron desarrollar un vino, desde la vendimia hasta la botella.
Tras convivir un fin de semana en la viña, cosechando ellos mismos la uva y aprendiendo de cultura vitivinícola, pasaron junto al enólogo Christian Sepúlveda un largo proceso que culminó en 5 vinos únicos que pudimos conocer en persona durante su presentación en Kitchen Club.
Comenzamos por Marcelo Comparini (por consejo de éste mismo, pues los vinos llevaban un orden de robustez) Marcelo comenzó con un 60% de Carménère -pues la condición era que la base debía ser al menos 50% de éste-, añadiendo un 35% de Cabernet Sauvignon y un 5% de Cabernet Franc, para darle picardía.
En sus propias palabras, como él es el mayor de todos, su vino es más conservador en gusto y bastante más robusto.
Lo probamos, y nos agradó…Ganas no me faltaron de indicarle que estaba «alucinante» (aunque igual lo puse en las Stories de Insta), pero sí nos gustó bastante.
Me encanta que las caricaturas en la etiqueta son igualitas a cada rostro, díganme que no:
Pasamos al de Felipe Braun. Si bien la recomendación general era 50% de Carménère, Braun escogió partir con 85%. Pero es que así es Felipe, un rebelde y un sibarita. Un loco lindo. Me parece choro que se lanzara a la vida.
Su vino es bien ácido, seco, fuertón. Solo para verdaderos amantes del rojo elíxir del Maule. Demás está decir que una -que solo toma media copita obligatoria en algún Sunset por ahí- queda full despierta y tiqui-taca con una copita de Braun’s Own.
Cristian Arriagada, aficionado al vino, nos presentó una base de 50% Carménère, 20% Cabernet Franc, 20% Uva País (una uva salvaje original de Chile!) y 10% de Cabernet Sauvignon.
En sus propias palabras, un vino más atrevido, menos conservador, pero balanceado. Punzante, pero tan ideal para carnes rojas, como para pescado. Ni un extremo ni otro, si no que siguió su propio camino on the fringe. Me gustó que imprimiera su personalidad: onda él es distinto, y su vino también.
La Soledad Onetto es otra aficionada al vino, y además es muy matea. Estudió ene sobre el proceso, y aplicó todo a su creación, un vino más atrevido con base de Carménère, 20% Uva país, 20% Cabernet Sauvignon y también de Cabernet Franc.
Resultado, un vino complejo, bien pensado, cuyo primer trago es ácido y terroso, y luego se suaviza. Un vino en dos etapas que se sirve frío y reposado. Nos gustó mucho.
Cuando le estaba tomando la foto con flash, se me acerca y muy lowkey me dice con carita de pena: «¿no estoy transpirada?» Y obvio que se ve regia y matte en la foto. La amito.
El viaje se concluye con el vino de Consuelo Schuster: la amo, ella es un ángel, un amor, un dulce, fijo la canonizan. Es que nos cayó #masiao bien, fue muy amable, nos dijo «antes de explicarles el vino, quiero que lo prueben!» y no estuvo contenta hasta que nos vio con una copa en la mano (que ella misma consiguió con el staff)
Ella agregó Uva País, y un 10% de Cabernet Sauvignon, para que quedara más suavecito y sabroso. La Conchu es como yo, no es muy de vino, ni siquiera muy de carnes rojas. Su vino es frutoso y «piscinero»; fue muy considerada con los menos aficionados. Le dije en secretillo que su vino fue mi favorito y lo celebró como si hubiera ganado el premio a mejor compañera. Demás que alguna vez ganó. Filo, la amo.
Nuestro top 5
por votación popular (o sea, de ambos Nenucos)
[[[No se vaya a sentir nadie, todos estaban buenos!]]]
5. Felipe Braun
4. Marcelo Comparini
3. Sole Onetto
2. Cristian Arriagada
1. Consuelo Schuster
Paréntesis para hablar de que me encantan los eventos Sunset. Me encontré con medio mundo acá. Una wild Claudia Zila de Somos L me hizo photobomb sin que me diera cuenta. Visítenla, la adoro.
Finalizamos con un concierto unplugged de la Consuelo. Sí, sigo hablando de ella, sorry, la full amo. Hasta hice un Live en las Stories con su tema más lindo (¿¿lo vieron??)
Respecto al cocktail de Kitchen Club, he venido antes a eventos acá y sus chefs jamás me han decepcionado:
Paté con dulce de membrillo en masa filo. Me encantó la combinación, y lo rico es que se puede reproducir en casa. Reivindiquemos al dulce de membrillo!
Mini Burger con champiñones picaditos. La carne estaba espectacular.
Mini taquito de ensaladilla rusa con caviar rojo. No esperaba que me gustara, pero me gustó.
Viví por este pulpo a la huancaína; suave, blando, salsa adictiva. Casi me tragué el vasito.
Asado de tira con pastelera dulce. Un favorito del Nenuco (para los que están atentos a sus gustos, tantito diferentes a los míos!)
También nos obsesionamos con estos brioche con cerdo y salsa. Nuestro pan favorito, coronado por carnita deliciosa. Juro que me comí como mil.
Y psicopateé cuando los hacían.
El sello de oro fue este postre de ganache de chocolate (el chocolate en su mejor presentación posible!!!!), con cremita de chocolate, mini Oreo, caramelo salado y helado de frutilla. Me comí hasta el del Nenuco, filo, me casaría con este postre.
Obvio que también fui a molesta–ver cómo lo preparaban.
Nos largamos antes de que termináramos arriba de la pelota, y con la dignidad en el suelo, pero fue un rico momento y lo pasamos super. Vino, comida, música, qué más se puede pedir.
Wow que rico se ve todo, Que genial la idea de los vinos
Saludos!!
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Sí, estaba exquisito! Es muy buena idea, porque acerca a la gente al mundo del vino mucho más. Gracias por tu comentario!!
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No soy mucho de vino pero si! De nada ☺️
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