Little Caesar’s: ganando mi corazoncito

Hace tiempo escribí sobre Little Caesar’s y su primer local en Chile (ya son 5!) y hasta la fecha, sigue siendo una de mis notas más populares, recibo ene visitas en ella todos los días. No, yo tampoco sé por qué. Supongo que en el fondo, todos son tan tchantchos como yo. Me parece bien. Por cierto, pueden leer sobre el nuevo local y la nueva Super Cheese acá.

Sin perder tiempo: todos conocen y probablemente gustan de cierta cadena de pizzas que ha dejado traslucir prácticas cuestionables, y que no quiero nombrar (pero empieza con Papa y termina con John’s). Si ustedes, como nosotros, no quieren comprometer al menos un tercio de su moral comiendo allá, pero echan de menos la calidad de sus ingredientes, y piensan ‘pucha, ojalá hubiera un lugar más tipo «great place to work» que tuviera este sabor’, entonces hablemos de Little Caesar’s. Y les voy a explicar por qué ahora los prefiero y por qué se ganaron mi cucharón. Y lo haré paso a paso tipo Powerpoint latero, pero mucho más bacán, porque tiene pizza.

Tuvimos la oportunidad de conocer el local de Manuel Montt, y probar algunas otras bondades del menú. Digamos más que algunas, hartas:

¿Y la dieta? escucho preguntar a algunos, porque sé lo que piensan sus negros corazones.
Yo: -cof, cof, super bien, gracias!
Also yo: -¿qué es esto, el FBI? ¿Cortemos el interrogatorio, ya?–mira, detrás tuyo, es Trump! *huye*
Por mientras googleo «se puede hacer dieta comiendo exclusivamente pizza? Yahoo! Respuestas», manteniendo los dedos cruzados.

Pedimos:

Alitas, ya que no las había probado anteriormente. Hay de tres tipos, de menos a más picante. Éstas son las buffalo, justo en el punto medio de picor, y están bastante bien, sobre todo por la salsa.

*heavy breathing*

Un truco que aprendí en el local. Pesquen la cajita bien cerrada, agítenla, y listo. Salsa everywhere.

Yas.

Potecitos de salsas, que se pueden comprar aparte. Nuestra favorita es la cheesy jalapeño, porque nunca hay suficiente picante, ni queso. La ranch buffalo también estaba decentita (la salsa ranch es como una suerte de crema ácida con mayonesa y verduritas picadas)
Además se puede aderezar la pizza con paprika.

Fixins’

Crazy bread, que es un combo de palitos de ajo con un pote gigante de la misma salsa de tomate especiada que va en las pizzas (Me duró como 3 días ese pote)

P0rn.

Una Ultimate Supreme, que le lleva pepperoni, salchicha italiana, champiñones, pimentón verde, queso y cebolla y se ve como un jardín del edén pintado por el más expresionista de los impresionistas.

VEYEZAH

¿Sabían que se puede armar una pizza? Ahora lo saben.
Y les adelanto que sí, Virginia: hay jalapeños. Armamos una hermosa creación de queso, tocino a raudales y jalapeños. Y no nos arrepentimos ni de ida, ni de vuelta.

Pero vamos al mote: mi gran temor de la vida, bueno, son las arañas. Pero mi segundo gran temor es cuando una de estas cadenas gringas se ‘chileniza’ y baja calidad, servicio, etc. Y pasó y está pasando con todas vuestras pizzerías favoritas, casual diners, cafeterías. Ahí entra LC a recoger la batuta, y es por eso que les presto ropa. Porque tienen tres firmes pilares que he podido ver hasta el momento.

Pilares de por qué Little Caesar’s es bacán:

Calidad, traducido en masa fresca everyday, buenos ingredientes, procesos rigurosos (acá sí pescan los mandatos que vienen desde USA) y sobre todo, buena onda. Y para qué estamos con cosas, calidad se traduce un montón en el look. ¿Soy muy perseguida, o todas las pizzas de cadena son ultra feas? Veamos:

Nenuca’s Galería of Ugly Pizzas

Al lado izquierdo pueden ver una obra contemporánea de Pizza Hut titulada «lloro por la humanidad». La siguiente es un Telepizza original, una clara negación del yo interior (y de ingredientes)

A continuación, una creación del joven artista emergente Papa John, un retrato abstracto de la situación mundial actual representada en fealdad y grasa.

Me he estado fijando en mis fotos desde la primera ida, y Little Caesar’s es como la primera pizza de este tipo que no se ve cuma. Comparemos lado a lado:

Te cachai pides 3 pizzas para una previa a Pizza Hut, y llega esto:

-¿Oye, cuál era tu piza?
-La que lleva pepperoni y tomate
-…oh. ¿Cuál de éstas lleva pepperoni y tomate?

Full no entiendo esa hiper cumacidad de reventar el queso sobre los ingredientes y después quemarlo todo, para que no se cache qué cosas trae. Y si es que los trae. Porque hay pizzerías donde pides tocino y es como si les pidieras personalmente un riñón. Es como «por aquí iba pasando el tocino, y se le cayó un pedacito. Debe ser lepra».

Miren nuestra jalapeño-tocino. Se pueden contar los ingredientes.

28 jalapeños. Soy ociosa

Y, hola, ahí está el borde! Se puede distinguir del resto de la pizza. Y queda listito para untar en salsa.

Conveniencia: qué onda los precios. Como puse en mi nota anterior, demasiado barato. Pueden ir a leer la nota para ver qué onda, pero resumamos en que una pepperoni-queso familiar cuesta 5 lucas. Esop.

Rapidez: los tiempos, madre mía, son los mejor de la vida. El sistema Hot-n-ready que tienen permite pedir una pepperoni familiar, y que te la entreguen AL TIRO. No puedo enfatizar suficiente lo bello que es eso. Y tiene hornos especiales que las mantienen como recién hechas, no se ponen latigudas! Y las de especialidad, no tardan más de 10 minutos, te juro que me estaba recién sentando y llegó la supreme, junto a las alitas y palitos.

Cómo les explico: una vez me di la lata de decolorarme el pelo para ser da rial #RubiaGuachaca, y luego pedí una pizza al Papa John’s que está A 2 CUADRAS DE MI CASA. Cuando la pizza llegó, ya me habían salido las raíces de nuevo. Thanks, Obama.

Así que sí, demás decir que se ganaron mi alma encomendada a la comida, y ojalá abran muchos locales más, para que sigan cerquita de una.
Chequeen y síganlos en Face e Insta, porque siempre suben nuevas promos, productos, ingredientes, y puede que pronto haya sorpresas…estaremos atentos acá!

Dónde: Little Caesar’s, Av. Manuel Montt 1221, Providencia
Precio: Familia de Pepperoni a $5.000 y de ahí, para arriba

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