Atención: esta nota es mucho food porn, y debe ser vista con hambre.
Pasamos de hablar de burgers al paso, a un verdadero homenaje al sánguche: Zambo.
Arturo «Zambo» Cavero fue un cantante de música criolla peruana [minuto cultural], pero también es el nombre de esta nueva sanguchería que en su menú se atreve a unir opciones peruanas, chilenas y norteamericanas.
De Perú, hay clásicos como el lomo saltado, el chicharrón o el chifero; los chilenos, se llaman «los cachai», y hay opciones como el de merluza frita, el luco y la mechada (#mencanta que nos ubican regio, a quién acá no le gusta la mechada)
Además hay alternativas gringas, que son más transversales, como el pollo crispy y la hamburguesa.
¿Lo choro? Los sánguches tienen todos un precio único de $7.990, cosa que simplifica la vida, la cuenta, las salidas de oficina, las citas donde cada uno ‘mata su toro’. Bienvenida la idea.
También por supuesto hay cositas pa picar y compartir, ensaladas, postres y agregados. Ojeli: si un sánguche tiene la opción de pedirse «montado«, hágalo. Por $590 le agregan un tremendo huevo frito que le da nueva vida al sánguche.
En cuanto a tragos, hay mojitos, combinados, sangría, gran variedad de cervezas, y jugos y limonadas. Estos últimos también tienen un precio único ($2.590)
Y hablando de, partimos con una cerveza negra Zambo de 500cc ($3.290), y una limonada menta.
La cerveza negra, amarguita, pero sin el dejo o aftertaste amargo. Buena, bien servida, abundante [[[Obvio que esto no lo dije yo, porque no tomo cerveza, así que reseña cortesía del Nenuco]]]
Por si se preguntan qué onda las frases del vaso, que son como tan de acá, los vasos de birra son de Green Glass, un lindo emprendimiento local de reciclaje de vidrio (chicos, si leen esto, yo soy su fan namber uan desde que empezaron el proyecto, así que entrete verlos en locales!)
La limonada es correcta. He probado ene, y está entre las buenas. Grande, harta menta, ácida y power, pero sin ser agria; a su vez, tampoco prima el dulce; bien equilibrada.
Y pucha: miren toooooda esa espuma. Rica textura.
Para comer pedimos un Mister Luco, del menú chileno, y un Saltado del menú criollo, el cual además agrandamos como combo, pidiéndolo Montado.
Al ratito llega nuestra comida, y es como una mesa feliz:
Todo viene bien presentadito en tablas, con palitos de brocheta para que nada se desarme que no sea en el estómago, un acompañamiento a elección entre papas fritas, yuca frita o coleslaw, y un «maridaje» de salsa para dicho acompañamiento.
El Mister Luco es churrasco de wagyu blandito, quesito chanco (gracias por tanto), cebolla caramelizada en justa medida, y salsa. Lo pedimos con papas fritas, y viene con un maridaje de salsa golf (que cuando yo era chica, se llamaba salsa americana. Un día vamos a hablar de eso)
Viene trozado, así que está facilito de comer.

Dat carne, dat queso, dat salsa, dat todo
Si bien como concepto es un poco simple, se agradece que la carne está tierna y exquisita. Además, la salsa, que es una reducción de lomo, le da un toque interesante que le hacía falta.
Oye, estas papitas como en gajitos pequeños son mi nueva obsesión, la otra vez comí en otro local, y la verdad ese formato es full perfección. Como que se fríen perfecto así.
En cuanto al Saltado, se trata del clásico lomo saltado peruano, pero con un toque diferente de papas hilo, tocino crocante y ají brasero.
La carne está sabrosa, con un gusto ligeramente ahumado. El ají le da un toque picante muy leve, interesante, sin ser molesto. Y tiene ene tocino, que es una mejora. Le da una una pincelada ajamonada al sabor, bien contundente en resumen.
Ojo, se sirve en ciabatta, así que sí o sí se come con cubiertos.
Yo creo que una imagen vale chorroscientas mil palabras, además que eso me alivia la pega, así que les dejo una imagen que me tienen babeando mal, y me alejaré lentamente sin decir nada.

#NoFilter
La salsa también es de ají brasero, y la yuca frita dulcecita queda perfect con el picante.
Además lo pedimos montado, y fue la mejor idea que hemos tenido.

Dat yema.
Íbamos a dejar la comida hasta ahí, pero inevitablemente me tenté con un postre llamado Zambito ($990), un conito de helado de crema bañado en chocolate sólido, como una especie de gran Chocolito (caída de carnet Brígida)
Filo, lo amé, me pasaría a comprar uno cada vez, soy una cabra de 8 años. Amo que el helado llega hasta el FONDO, en vez de hasta la mitad del cono, como es costumbre. Demasiado importante.
Y como uno no es ninguno, pedimos también un alfajor ($1.290), un enorme galletón relleno de manjar, cubierto por abundante azúcar flor. Mejor de lo que esperaba, como un mantecado.
Por cierto, pronto implementarán un Desafío Zambo, el cual consiste en comerse una hamburguesa de 200gr…pero doble, o sea, 400gr, PICANTE, en 3 minutos.
Si lo logras, te regalarán 20 schops. Veinte. Considérenlo (pero considérenlo con cuidado, porque si pierden, hay que pagar y no poco)
En conclusión, es un lugar rico y simple donde almorzar o pasar la tarde, sin complicaciones (sobre todo por los precios únicos), ideal para ir con más gente y disfrutar de una carta variada, pero que maneja lo suyo.
Dónde: Zambo, Dardignac 0195, Providencia
Precio: todo lo mencionado, $24.140