La Mila, mi amigui personal y fashion blogger extraordinnaire (métanse a su página No soy Fashionista) me invitó ser su +1 y conocer Milá. Y sí, con la Mila en el Milá -gfadsgfdags, no pude aguantar hacer el chiste.
Pa variar una advertencia de esas que ustedes ya conocen: las fotos son ahí nomás, no porque no intenté que salieran bien porque soy una floja cu–, si no porque si bien la luz era super íntima tierna amarilla instagram filter rica para sentarse a conversar y comer, para fotos era fatal. Pero para que vean que hice lo posible por rescatarlas, les dejo el antes y el después; aprecien mi esfuerzo por comunicar que las cosas sí se veían apetitosas in real life.
Before/After
Ok, no es el ejemplo más extremo, pero se hacen la idea, filo.
Partí con una limonada Mintberry con frutilla, menta y limón de pica ($3.900) Parece que desde que probé el combo limonada-frutilla, no puedo pedir menos que eso. Es como el nuevo desde, y ojalá prenda tan rápido como la limonada-menta, en su momento.
Grande, espumosa, ene menta, mortal. Y no lo digo solo porque crea que todas las limonadas del mundo deberían tener frutilla (pero sí)
Para picar pedimos la Media Picada ($7.500), que es lo mismo que la Picada Milá, pero para 2 personas, en vez de 3-4, y trae jamón cocido, jamón serrano, salame, roquefort, queso de cabra, trocitos de milanesa, maní, pickles, aceitunas y berenjena en escabeche.
Es medio bÁsika en cuanto a contenido, pero mortal en cantidad. No soy tan fan del encurtido, pero trae una selección de quesos que salva, y lo mejor de todo, trocitos de milanesa de vacuno, como para ir entrando en calor.
Probamos también el salmón frito ($7.900), cubitos de salmón con salsa de mango y sésamo. Nos intrigó mucho su descripción, así que mi amigui lo eligió. Y no se equivocó. Exquisito. Freír el salmón es la mejor idea del mundo; y algo que vengo diciendo desde que probé el salmón con salsa de maracuyá: agregarle dulzor frutal a este pescado le hace un tremendo favor. Adictivo.
Obvio que la especialidad de este local argentino de origen, son las milanesas, así que por ahí nos fuimos cada una.
Yo pedí la Caprina ($10.900), en vacuno -pueden ser de pollo también-, acompañada de papas fritas. El acompañamiento viene incluido. No pude resistir la descripción de queso de cabra y pimientos caramelizados: el queso de cabra lo amo, y las confituras de pimientos son un amor reciente, pero potente.
El queso de cabra está espolvoreado y semi-derretido y se siente como un suave toque. Encuentro que podría tener más.
Pero los pimientos estaban exquisitos, la milanesa (que es harto buena, debo decir), gana ene con el detalle dulce.
La carne, blandita y querible. Las papas son de esas uuuultra fritas, pero no grasosas.
La Mila pidió una milanesa Milá ($11.900). Hay demasiadas milas en esa pura frase. Le lleva mozzarella, jamón serrano, tomate, aceitunas, rúcula y parmesano y es una bomba chanchesca. En la opinión super experta de mi amiga, la mozzarella era real y «no penca». Le dije que la iba a citar da rial, así que ahí está.
Quedamos super llenas, la Mila incluso dejó medio plato. No como yo, que seguí picoteando papas fritas hasta el final, porque soy una peppa pig. Al final dejamos los platos por la paz (y porque queríamos postre)
Un solo dulce nos flechó con su descripción en el menú: Postre artesanal Milá ($4.900), un primor que consiste en helados artesanales -hasta 2 sabores- hechos en base a miel y azúcar rubia, sin lactosa, servidos en una tulipa de chocolate, acompañado de berries.
Elegí limoncello y sabayón, y fue la mejor decisión de la vida. #Mencanta el helado alimonado, así que fue perfecto, y el de sabayón estaba demasiado exquisito para describirlo. El sabayón en todo caso es un postrecito italiano a base de yemas de huevo, y es la gloria. El helado le hizo buen homenaje. Fijo el postre obligatorio.
Hay que decir que está bien puesto el nombre del local: hay que probar las milanesas, y se acabó. O sea, el menú es bien variado, pero lo imperdible de la visita es la milanesa, y es lo más destacable de todo el local. Nica es como las de Baires, porque pucha, imposible. Pero algo se acercan. Si bien el local a mi gusto es un poco caro, al menos es abundante.
Bonus: foto papparazzi a mi amiga mientras trabaja, sorry, esta foto sí que es mala, la dejo pequeña pa que no se cache tanto. Esta cabra me va a matarme.
Dónde: Milá, Mall Costanera Center, Av. Andrés Bello 2425, Providencia
Precio: unos $40.000-$50.000 por dos personas