La otra vez nos arrancamos a Viña con el Nenuco para el día del padre (para ir a ver a mi papá, no para huir de la efeméride) Teníamos un local alineado para visitar, pero filo, se cayó el panorama. Igual quedé con ganitas de salir y buscar algo rico en la ciudad que con horror me vio nacer. Nos lanzamos con lo que nos tincó, luego de una rápida búsqueda online.
La Magnolia es un café con una propuesta bien propia, que nos llamó harto la atención. Simplemente tenían de todo: variedad de tés, cafés, jugos, pastelería, sandwiches, con una onda entre casera y búsqueda gourmet que está harto interesante.
En una adorable casa de las que aún quedan en las calles residenciales de Viña, se emplaza este local piola, pero bien agradable. El aroma que sale del interior es exquisito. Nos sentamos afuera, bajo las gaviotas, disfrutando del aire invernal, que de hecho estaba bien agradable, ciertamente no tan frío con Santiago.
Apenas nos sentamos, nos ofrecieron una once del día del padre, que por $5.900 traía un sandwich a elegir entre una pequeña selección, café a elección y una torta del día. Ya, filo, la típica once con el pan de miga shico, la tacita de café y la porción minúscula de torta.
El Nenuco decidió ser padre por un día y aceptar la once. Yo me volví loca con el menú interesante: hay cosas bien diferentes y propias, con una pequeña onda saludable, opciones sin azúcar y sin gluten. Al final pedí una limonada ($2.200), un sandwich Alberto ($4.900) y una tarta Rosa Magnolia, que me prometieron estaba super rica y me la vendieron más que cita a ciegas.
La limonada estaba super ácida, y se sirve sin azúcar; hay que agregar, o añadir stevia. Lo que me gustó es que se me acerca la chica y me pide que elija una bombilla. Y resulta que eran de plástico duro, o dea, reutilizables. Mil jumbitos por eso, porque con la crisis de plástico que tenemos en el mar, hay que tener ojo. Las bombillas plásticas son peligrosas y me encanta que haya locales que estén buscando alternativas.
El pan del Alberto era a elección (ciabatta cebolla a la pimienta; elijo solo lo mejors) y el sanguche le llevaba una hamburguesa de 200gr de vacuno, queso mantecoso, cebolla caramelizada, tocino y pickles.
la carne es abundante, trae una tonelada métrica de cebolla que es lo mejor del mundo, y el pan elegido estaba ideal (porque tengo buen gusto, po). Como tesoro oculto, viene coronado por tocino frito. Hermoso.
La tarta rosa magnolia tiene queso crema, cardamomo y albahaca, y sabe ene a este último y extrañamente, a almendras. Y es rara, pero rica (?) Con la frutilla queda interesante. Definitivamente creativo, tiene una intención y como que quedé adicta. Y eso que no me gusta la albahaca.
No sé.
Pero lo que nos dejó boquiabiertos fue la once del día del padre: holy shit.
Llegan un café piola, bien servido, con su típica galletita y vasito de soda, y una torta de café y crema con ene sabor a café, pero bien dulce. Ene crema y chocolate.
…Y un gigantesco chacarero con chips caseras. Enorme. Como mi cabeza. O la mitad de mi cabeza, porque soy cabezona.
Preguntaron si queríamos ají (obvio que sí, el chacarero es con ají!) y traía en abundancia. Mayo casera, churrasco bien preparado, y traía ene de todo. Idealísimo por el precio, más encima.
Como si fuera poco, nos regalaron mazapanes caseros por ser el día del padre (¿se vale ser papá de gatos?)
En general, solo flaqueó la limonada. Todo lo demás estaba maravi. La atención es simpática, y la onda es buena. Qué más. Recomendado a mil.
Dónde: La Magnolia, 3 Norte 350, Viña del Mar
Precio: Unos $15.000-$20.000 para dos personas, y es ene comía