Para responder a mi propia pregunta: la verdad, no lo sé, pero puede estar cerca. Y es que no soy tremenda crítica gastronómica -sorry por la decepción. Peeeeeero igual queríamos probar esta nueva panadería que se instaló cerca del Nenuco, y como nunca había gastado tanta plata en pan, vamos a hablar sí o sí de lo que nos pareció La Farola. Todo sea por la ciencia.
Piolamente ubicado -cerquita del Grange. Se erige como un local bonito, con un chef simpático: dispuesto a explicar todas sus creaciones, tantos recetas suyas, como de la familia. Si se lo topan entre horneada y horneada, intenten conversar, porque se aprende ene de lo que se está comiendo.
El pan más relevante de la carta es el de masa madre ($2.000), vendido acá con su nombre francés –levain. O sourdough, para los que están familiarizados con los Estados Juntos de Trumpzilla.
Tal como indica el vocablo gringo, es una masa ácida, que generalmente se hace de harina y agua, y se deja leudar; en el proceso, va atrapando levadura salvaje del ambiente en el cual se deja; ese cultivo se va alimentando con más harina y agua y es un proceso más o menos larguito. Por eso vemos pocas panaderías con masa madre.
El de La Farola es distinto, porque usa harina de centeno y un fermento de nada menos que manzana, lo cual le da un muy ligero tono dulzón, mezclado con lo ácido.
Me enamoré de ese pan, filo, escapémonos en la noche. Mi suegro también lo amó, se volvió como full adicto, y hubo que jugar el último trozo al cachipún (no, broma; yo me comí el último trozo cuando nadie estaba mirando)
Como corresponde, es duro por fuera y blando por dentro, dura días sin ponerse malo, y no requiere tostarlo ni revivirlo de ninguna forma. Queda exquisito con queso y mermelada (porque obvio que amo el queso con mermelada. O manjar) e incluso solito, también es perfect.
El pan popular es el de aceitunas ($1.200-$2.000) Grasito, flaky, bien rico pese a que no me gustan las aceitunas. El mismo chef lo describió como La Roca, porque es el pan del pueblo, el favorito, el que le gusta a la gente.
En cambio, el Levain y el Brioche son como Triple H: no son el más popular, pero se llevan todos los premios. Creerán que esta analogía la inventé yo porque saben que me gusta el wrestling, pero fue palabra del mismo chef, se los juro.

¿Pueden oler lo que la Roca está cocinando? Probablemente es pan aceitunas.
Extrañamente, me gustó más el Levain. Tal vez soy esnob.
Igual nos llevamos 3 mini brioche ($700 c/u), para no acarrear las tremendas trenzas (simple y doble), los cuales estaban harto ricos. Qué les puedo decir, brioche es brioche, siempre es mi pan preferido. Se va a mi panteón de brioche en Santiago (junto al Lala Leelu y el del Daniel’s)
Ya que no tengo mucho que decir, va una imagen de la miga:
Ahora, si hablamos de «venderse como pan caliente», onda literal, hay que hablar del pan de queso ($1.000), el cual compramos apuradamente. Uno solo, porque se estaban agotando frente a nuestros ojos. De hecho, llegaba gente después que nosotros a preguntar ¿¿no hay más pan de queso?? Ya veía que se quemaban a lo bonzo, en protesta ante la falta de pan de queso. Pero mi villana de teleserie interior pensaba «jeje, demasiado tarde, nos llevamos el último, muaja». Y estaba bastante rico, sobre todo al calentarlo un poquito. Agradable, porque es bien contundente, bien grasito.
Desde la versión brasileña del pao de queijo hasta la más simple marraqueta con chanco, ponerle queso al pan siempre siempre es la mejor idea.
Pasando a lo dulce, me fui de nariz a los brownies ($1.200), que se veían tentadores y chocolatosos. Si bien no son como los gringos de fudge (harto más calugosos) es de todos modos una mejora respecto al típico queque de chocolate seco; es harto más húmedo, y de todos modos me gustó el gusto del chocolate usado, pues no era tan dulce.
Nos llevamos un mini queque de manzana miel, receta de la mamá del chef. Super agradable, un sabor diferente de todas maneras. Y son tan bonitos, amo esos nuevos moldes de quequito con decoraciones intrincadas. Nica me funciona a mí el desmolde de esos, pero acá les quedan perfect.
Otra cosa rica es el galletón ($700), receta de los abuelos. Es el galletón de avena, pero con frutos. Blandito, harto bueno.
Improvisamos también una tabla para ver un evento de wrestling, y fue una pésima idea. El evento, no la tabla. La tabla nos quedó bacán. El evento fue como el dick.
Le pusimos levain, pan de aceitunas, el pan de queso, frutas (de adorno, nica me las comí), mermelada de frutilla, mermelada de pimiento piquillo y por supuesto, queso chanco. Parece una naturaleza muerta y nos sentimos muy gourmet (ella).
En resumen, es muy entrete venir, preguntar sobre las cosas, pasearse eligiendo cositas, esperar a que salgan nuevas horneadas, tomando un cafecito. Recomiendo estar pendiente de sus redes, sobre todo Instagram, pues salen distintas preparaciones cada vez. Ah, y venga tempranito, porque todo se agota!
Dónde: La Farola, Principe de Gales 6424, La Reina
Precio: filo, gasté como 10 lucas en pan, y prefiero no pensar en eso, si no en la maravillosa experiencia.