Tras Sweet & Gourmet -un nombre que dice muy poco-, encontramos esta bella cafetería oriunda de Villarrica, que se ha tomado la ciudad por sorpresa, debido a su particular look tipo casa de princesas.
Dentro de una galería en Isla Teja (y dentro de mi imaginación de niña de 8 años que jugaba con sus monas de She-Ra y sus Barbies) está este precioso local instalado recientemente, con sus muebles translúcidos de tonos lilas, sus chicas vestidas tipo ‘diner‘ de los años 50s, sus candelabros tapados de flores y sus galletas, candies y arminículos para tomar el té, igual de primorosos que la decoración.
No les voy a mentir, es exactamente el tipo de ambiente que amo con todo el corazón, y aunque ya habíamos comido, exigí al Nenuco que viniéramos a tomar un helado.
Si bien admito que en la parte comida es entre débil y normal, su fortaleza está en los helados y bebestibles.
Es por eso que pedí con mucha ilusión la copa de helado Moda Italiana ($5.900) que traía una audacia de pistacho, rosas y nada menos que helado de bombón Raffaello. Se mueren. De verdad no decepcionó, pese a su simple y clásica presentación.
El Nenuco, fan acérrimo de la ginger ale, pidió una Ginger Ale Natural, con jugo de limón, jengibre real y una botellita de agua espumante local, con la cual armabas tu propia bebida. Estaba bastante refrescante, y la experiencia fue simpática.
Y bueno, no me cansé de poner más bien atención al lugar, a las amables chicas con sus faldas plato, a las galletitas, helados, y tazas que vendían. De todos modos el fuerte está en el ambiente y la experiencia de éste, más que el menú en sí (y sí o sí hay que probar los helados).
Detalles por todos lados:
También disponen al fondo de una tienda de tazas, termos, platitos y de todo para tomar té, y algunas cositas bellas de escritorio:
Dónde: Sweet & Gourmet, Los Laureles 80, Valdivia