¿Se acuerdan que les comenté que el Tempura de Parque Arauco tenía una nueva carta primaveral? (ACÁ) El chef Pierre Hau ideó una carta asiática fusión con énfasis en lo japonés, siempre encontrándose con la sazón latina.
En esta ocasión, pudimos probarla y les cuento todo de cómo estuvo.
Partimos por un nigiri trufado ($4.800/$3.600 con el descuento socio Tempura): un delicioso salmón flambeado con sal de mar y aceite de trufa. Una exquisitez, que sin duda fue mi plato favorito 100% real no fake. Es que la trufa simplemente le dio otra dimensión al clásico salmón. El limón, además complementa muy bien el sabor.
También probamos un nigiri clásico ($4.200/$3.150) de atún rojo (o maguro), que conserva un cierto sabor cárnico que siempre es interesante cuando se trata de esencialmente pescado crudo.
Seguimos con un Tiradito Japo ($10.400/$7.800) , una entrada fría que consiste en Salmón en salsa ponzu -una salsa de base más bien cítrica-, con jengibre y cebollín. Alimonado, fresco, delicioso. Uno de los platos favoritos de la mesa, no hay dónde perderse. Siete por la presentación, además.
Para entretener el paladar -y las manos-, probamos el típico edamame ($4.800/$3.600), que son vainas de un tipo de poroto verde japonés. Es una entrada caliente preparada sencillamente con sal de mar y aceite de sésamo y es harto entretenido, porque hay que extraer el poroto chupando las vainitas, mezclando así con la sal y aceite que va sobre ellas. Es un poco como comer maní con cáscara: una diversión, según yo.
Otra entretención atractiva para los comensales son los ostiones a la parmesana ($9.600/$7.200): ostiones con queso parmesano, mantequilla, vino blanco. Obvio que son bien deliciosos, con un ostión blandito perfectamente cubierto de una costra de queso, pero es su presentación lo más atractivo: al centro lleva un pocillo flambeado con sal, que causa alto impacto en la mesa.
Un plato japonés que todo el mundo ama son las gyozas ($6.400/$4.800), esta suerte de empanadilla al vapor y frita a la vez. Probamos de pollo y de verduras, y en particular la de verduras es bien picantita, aunque me gustó más la de pollo. Se sirven con sésamo y salsa ponzu.
Otra belleza son los Rock Shrimp ($8.300/$6.225), camarones tempura sobre salsa rock (o vinagreta spicy), con cebollín y limón.
Finalmente, llegan los rolls (ojo, todos valen lo mismo: $9.300/$6.975)
Parmesan Scallop, que tiene ostión, camarón tempura, palta, cebollín, queso parmesano gratinado y zest de limón. Tiene un sabor ahumadito bien interesante.
Ebi Crab, de jaiba, camarón tempura, palta, salmón flambeado, masago (o «caviar japonés»), salsa unagi y miel spicy. La miel spicy le da todo el toque, y fue lejos el favorito de la mesa.
Tako Tartar, de pulpo, salmón, queso crema, palta, ciboulette y salsa olivada. Fresco, pero según yo la salsa olivada es un poco fuerte y enmascara los otros sabores (es que no me gustan las aceitunas, no hay caso!)
Acompañamos todo de una rica limonada menta que estaba tal cual me gusta: acidita y dulce, con el toque de menta justito. También pedimos un jugo de chirimoya arándano que estaba bien cremosito y con ene sabor a chirimoya (ojo con esos juguitos naturales, están harto buenos: recomendados también el de frambuesa menta y el de mango y coco) y obvio que brindamos con un sour.
Mis recomendaciones Nenucas:
- El nigiri trufado: lejos, la propuesta más novedosa, haciendo buen uso de la trufa, un sabor que ha entrado fuerte en el país.
- Rock shrimp: para los amantes del tempura, simplemente adictivos, no podía para de comerlos.
- El roll ebi crab: todos los rolls estaban buenos, pero éste fue el más exquisito, y un gran favorito de la mesa. No se puede decir no a la unión sagrada de camarón y jaiba.
- Los juguitos naturales. Todos estaban exquisitos, cremosos, se notaba lo natural.
Dónde: Tempura, Av Presidente Kennedy 5413, loc.386, Parque Arauco