Donerds son donuts -o donas- estilo Nueva York. Nos lo recomendó un amigo dibujante quien mencionó que sus donas eran lo más similar al estilo que él vio en sus viajes de artista aventurero a la Gran Manzana (lo de Nueva York es clave, porque las donas nacieron allá, de la mano de inmigrantes holandeses, onda la gente que sale en El Jinete Sin Cabeza -pero no sin donas, ojo)
El local partió en una Combi que se instalaba todos los días en mi calle, pero rara vez alcanzaba a agarrar una de sus deliciosas y únicas donas, porque agotaban la tirada siempre. Un día el Nenuco me trajo una (de marshmallows tostados, a lo gringo total) y me gustó ene.
Lamentablemente, nunca pude probar otra, porque el local pescó su Combi y se fue a la playita, snif snif.
Tiempo después, vimos el aviso más bacán del universo: Donerds volvería, esta vez como local fijo. La raja. Tardaron ene tiempo, nos tenían al borde del asiento esperando el gran anuncio de apertura. Yo de verdad estaba que cortaba las huinchas para retacarme de donas exquisitas y chanchas.
Pero pasó que abrieron justo cuando Chile se pegó la cachá centenaria, y quedó la fox. Y donde pasó todo eso, les costó ene abrir de forma permanente. Pero ya está más establecido en su horario, y la gente está comenzando a llegar buscando el rico tesoro chanchístico que esconden estas donas en su corazoncito ultra relleno y blandito.
Se encuentran a pocos pasos del metro Chile-España (¡Abajo la colonización!), así que fue muy fácil visitarlos, y sentarnos en la placita a esperar que abrieran sus puertas, junto a otra gente que venía a ídem. Pero nada de esa espera importó cuando volvimos a ver esa rueditas hechas de sabor habitando la vitrina del local, que es chiquito, pero cumplidor.
No son baratas, pa qué les voy a dorar la píldora. Cada donut sin relleno cuesta $1200, y con relleno, $1400. Por packs te hacen descuentos, eso sí (si llevas de 6 a 11 hay un 5% de descuento, si llevas de 12 a 17 un 10% de descuento, y de 18 en adelante un 15% de descuento), pero lo valen.

Veyezah

Si son buenas para baby Godzilla, son buenas para todos.
El olorcito que salía era tan rico, y nosotros somos tan cerdos, que no resistimos sentarnos en la misma plaza a comer al tiro una dona de mantequilla de maní y jelly. Sorry por las palabras, pero es mi blog y hago lo que quiero, pero exquisita la weá. En serio, toqué el cielo: fresca, ultra blandita, cobertura de mantequilla de maní y rellena de jalea hasta decir basta. Acá no pasa eso de la dona seca y hay que salir a buscar el relleno: el relleno te encuentra a ti. Toda la dona está rellena hasta el punto imposible.

Peanut butter jelly time

Ame tu blog.!Mil gracias por tus palabras 🙂 Nos llenas el corazón hablando así de Donerds. Estamos muy felices de que les gustaron y mil gracias nuevamente por tomarte el tiempo de escribir algo tan lindo.
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Gracias a ti por leernos y por hacer algo tan rico!!
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